MIM

Nuestra primera visita al MIM: fuimos con la Paula, Ignacio, Tomás y el Benja (para la Laura, los primos). Nos fuimos en metro y fu un desastre subir y bajar escaleres con coches, subirse y bajarse del metro con tantos niños y tanta gente completamente indiferente y hasta mala onda...luego estuvieron las ¿'dos'? cuadras de distancia entre el metro y el museo, en un día excepcionalmente de calor en pleno invierno en la ciudad capital... Y luego estuvo la diversión, la verdad es que super chori, a la Laurita lo que más le gustó fue las burbujas gigantes, a la vale la cama de clavos (toda una experiencia) y a Gaspar, además de caminar como un loco (que la verdad podría haber sido en cualquier parte) le gustaron los computadores mini que había. Lamentamos, claro, que no haya ido Manolín, quien de seguro hubiera sido quien mejor lo hubiera pasado